Mediador social en Alcoholismo y Drogodependencias

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Entendemos por mediador/a social, aquella persona que se muestra involucrada en la vida de una comunidad.

Destacamos entre las actitudes propias de estos agentes:
1. La Capacidad de liderazgo que le otorga el reconocimiento de sus compañeros, procurándole una posición social estratégica.

2. La sensibilidad ante las necesidades y problemas de su entorno.

Estas dos cualidades convertirán al mediador/a social en un agente de cambio social.

Paralelamente a estas capacidades del/la mediador/a social, intervienen otras como la motivación, el entusiasmo y la perseverancia en sus intervenciones, sin las que le será difícil inducir un cambio sobre la población diana.


En resumen, podemos considerar como mediadores, entre otros, a:
- Miembros de asociaciones juveniles.
- Voluntarios implicados en acciones sociales.
- Grupos de apoyo social.
- Religiosos.
- Equipos deportivos o deportistas, etc.

FUNCIONES DEL MEDIADOR/A DE PREVENCIÓN:
El mediador/a cuando se involucra en acciones de prevención busca como objetivo principal:
«Recoger la preocupación social por el problema de las drogas y actuar con las personas susceptibles de consumo, consiguiendo dinamizar a la comunidad próxima y a la sociedad de modo que sea posible la trasformación de valores y actitudes positivas hacia la salud en general y de la prevención de drogodependencias en particular».

De las funciones y competencias a desempeñar por el mediador/a, recogemos las que consideramos más relevantes (A. Ezequiel):
- Dinamizar el cambio hacia la resolución de problemas. Suscita, excita, incita, sensibiliza, motiva e interesa a las personas, alentando la participación activa de estas en programas o actividades proyectadas.
- Actuar de puente para la búsqueda de soluciones. El mediador/a vive y convive con los problemas de la población sobre la que pretende actuar, pero su función no es resolver por ellos los problemas sino junto con ellos, analizarlos y buscar caminos alternativos para resolverlos.
- Asesoramiento y acompañamiento. Proporciona los elementos, conocimientos y asesoría técnica para que el «aprender haciendo» sea el método más efectivo para la consecución de los objetivos fijados.
- Actuar como promotor de estilos de vida saludables, alternativos al consumo de sustancias.
Además, puede ser el puente de conexión con las instituciones de la comunidad, convirtiéndose en el nexo fundamental entre los servicios de prevención de drogodependencias y los miembros de la comunidad.
La coordinación suele ser una de las estrategias más eficaces para el desempeño de las funciones de un grupo, por lo que la coordinación del mediador/a con los recursos existentes en la zona, el conocimiento de su plan de actuación, objetivos de intervención, beneficiarios directos e indirectos, contribuye a la mejora de la calidad de la actuación a realizar.

En primer paso que deberíamos dar seria elaborar, una base de datos a modo de «Guía de Recursos», cuyos objetivos principales serían:
- Facilitar una relación pormenorizada de los recursos y programas o de iniciativa social que presten servicios relacionados con la tarea de nuestra entidad.
- Facilitar a los voluntarios que desarrollen su labor en nuestra entidad, información especializada que facilite su trabajo diario contribuyendo a optimizar la atención prestada, conociendo el contexto social y los recursos útiles a utilizar en las distintas circunstancias de la intervención.
El papel del experto/a (Trabajador/a social, Psicólogo/a,...) es el de promover la información y formación de los mediadores sociales, con el objetivo de que éstos, desde su capacidad de dinamización multipliquen las oportunidades de promover hábitos saludables en el seno de la comunidad. Los expertos deberán necesariamente promover junto con los mediadores sociales una estrategia horizontal de intervención.

CARACTERISTICAS DEL MEDIADOR/A EN PREVENCIÓN:
Entre las características básicas el mediador deberá tener:
1. Autoconcepto: El autoconcepto ocupa un lugar privilegiado en el origen y refuerzo de la autoestima. A su vez, dirige a la afectividad y la maduración de las conductas.

2. Autoestima positiva: Evaluación de la información contenida en el autoconcepto, lo que la persona siente que es. Es aquello que cada uno piensa de sí mismo, el juicio que se tiene sobre sí mismo.

3. Las habilidades sociales ayudarán a resolver y conseguir los objetivos marcando y prefijado en la acción preventiva. Aspectos de gran importancia al hablar de relación entre personas serían: LA EMPATÍA, ASERTIVIDAD9, ESCUCHA ACTIVA, etc.

4. La toma de decisiones ante situaciones imprevistas en las cuales tenemos que optar por unas medidas u otras. Siempre tendremos que analizar el problema teniendo en cuanta los objetivos marcados y los recursos disponibles, así como las posibles consecuencias de nuestra decisión.

5. El liderazgo, siempre en el buen sentido de la palabra. Adoptaran la capacidad necesaria para que las decisiones tomadas sean aceptadas por las personas y estas se esfuercen en conseguir las metas marcadas. Intentarán potenciar a las personas que han acudido a nosotros con una necesidad.

Un buen mediador en drogodependencias debe:
1. Estar muy próximo o formar parte de la realidad sobre la que se desea intervenir.
2. Saber efectuar un análisis de la realidad con la que se ha propuesto emprender la acción preventiva (conocer los factores de riesgo y de protección).
3. Saber evaluar y optimizar los recursos con los que cuenta para desarrollar la acción.
4. Actuar de forma dinámica con la población destinataria de sus acciones en prevención.
5. Conocer de forma realista el fenómeno del consumo de drogas.
6. Manejar eficazmente algunos conceptos básicos relacionados con la prevención.
7. Crear corrientes de opinión alternativas a la cultura de consumo.
8. Capacidad de conectar la realidad del entorno con la oferta de consumo.

Ante todo, los mediadores sociales, deben poseer unos determinados principios:
- Personalización: consiste en la creencia, en la capacidad de cada persona para la superación de su propia situación de dificultad, donde el mediador/a actuará como promotor del surgimiento y puesta en marcha en dichas capacidades.
- Individualización: diferenciará a los grupos de personas a los que va dirigida la actuación preventiva. Cada grupo es diferente y tiene sus propias creencias, valores, capacidades, necesidades y vivencias.
- Aceptación: aceptará a los grupos con los que trabaje. Pueden gustarle o no su forma de ser, pero su tarea no es cambiar personalidades, sino modificar conductas.
- Actitud exenta de juicio: no juzgará a las personas a las que esté brindando su apoyo.
- Autodeterminación: aceptación del otro, teniendo en cuenta la libertad de cada persona y grupo para decidir lo que considere oportuno, respetando su decisión.
- Sociabilidad: concebirá a la persona o grupo como miembros de una sociedad en la que debe interactuar y para lo que deberá apoyarles.
- Respeto: tratará siempre al otro u otros desde el plano de la igualdad.
- Participación: fomentará la participación de las personas en dos aspectos, en su relación con el grupo o la sociedad en la que vive y la participación activa en la resolución de sus propios problemas.
- Intimidad: confianza que se establece en una relación con un vínculo de intimidad de la persona.


Fuente: http://www.animacionsociocultural.yolasite.com

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