Desde que se inventaron las computadoras me ha tocado trabajar con ellas, primero aquellos centros de cálculos tan grandes que tiraban datos en mamotretos de papeles grandísimos, y luego ya con las computadoras normales he trabajado todos los Windows desde año 94 para acá, así cómo los XP y hoy en los ordenadores portátiles que nos permiten adelantar mucho más desde la comodidad de nuestro propio cuerpo.
Pero sucede que las computadoras tienen energías eléctricas magnéticas que a veces rellenan nuestras cargas ya almacenadas en nuestro cuerpo o nos embotan mucho más de ellas. Así comencé a vivir una serie de fenómenos que quizás a cientos de personas les esté pasando en el mundo por la gran vinculación de estas máquinas con uno.
Los fenómenos eléctricos que suceden a nuestro alrededor.
A quien no le ha pasado que al tocar una puerta metálica con sus manos recibe un corrientazo, o una chispa de electricidad, al dar la mano a otra persona, pues a veces estos fenómenos se van más allá y provocan otros como: cuando tocamos un interruptor fundir los bombillos de la luz de ese circuito eléctrico, estirar la mano y sin un control remoto encender un aparato de música o televisor, hecho que asusta pero que sucede y no es usual ni frecuente que ocurra.
Muchas veces cuando nos quitamos una ropa o vestimenta nuestro cuerpo hecha chispas de corriente, pues también sucede que es envuelto por burbujas de energías gigantes dentro de las cuales hay que caminar y no las vemos pero si las sentimos.
Este es uno de los fenómenos extraños más interesantes que me ha ocurrido, sin lugar a dudas la electricidad está en nuestros cuerpos y lo aconsejable muchas veces cuando las cargas son tan significativas, es ir a un árbol, una palma, quitarnos los zapatos y abrazarnos durante unos minutos para descargar a tierra y equilibrar nuestro almacenaje de corriente.
Hoy en día ya no sólo estamos hablando de computadoras porque el desarrollo tecnológico es muy avanzado y los teléfonos celulares se han convertido en mini computadoras manuales, estamos aun más expuestos a sostener cargas que incluso pueden alterar nuestro sistema inmunológico y de salud.
Usamos muchos equipos como el microondas y otros más que generan radioactividad, y ondas eléctricas magnéticas, ¿pueden o no dañar nuestro cuerpo?, se está investigando mucho y hay sus conclusiones, por mi parte es de suponer que todo esto está estrechamente ligado a nuestro cuerpo y entorno, al desarrollo científico del ser humano en ascenso, guiado por las fuerzas cósmicas que rigen la creación nuestra y la de vastos Universos.
Pero los fenómenos eléctricos a veces traen consigo peligros de combustión, y de ser alcanzados por rayos si con nuestra carga eléctrica alterada salimos debajo de una tormenta a abrir la manigueta metálica de un automóvil, es decir que hay sus peligros, por lo que las personas que frecuentemente viven fenómenos eléctricos deben también cuidarse de no exponerse a las tormentas que vienen asociadas al mal tiempo.
Fuente: Vivianne Alegret
0 comentarios:
Publicar un comentario