El vegetarianismo, también conocido en ocasiones como vegetarismo, es el régimen alimentario que tiene como principio la abstención de carne y pescado, y se basa en el consumo de cereales, legumbres, setas, frutas y verduras. La persona que practica este tipo de dieta es conocida como vegetariana.
Está comprobado que si es variada, completa y equilibrada, la alimentación basada en frutas, verduras y cereales no sólo es deliciosa, sino que además aporta todas las vitaminas, minerales y nutrientes que necesitas, aumenta tu bienestar y vitalidad, y te protege de enfermedades.
La dieta vegetariana tiene muchos beneficios:
Provee más alimentos naturales, frescos y crudos, ricos en nutrientes y antioxidantes, y menos productos nocivos para la salud como las proteínas animales, grasas saturadas, ácido úrico, azúcar, sodio y harinas refinadas.
- Proporciona gran cantidad de antioxidantes, que previenen el deterioro de las células.
- Suministra gran cantidad de fibra, que beneficia el movimiento intestinal y previene el estreñimiento.
- Ocasiona menores índices de obesidad, diabetes, hipertensión arterial y cáncer.
Mitos y realidades
Muchos “carnívoros” tienen ideas erróneas sobre la dieta vegetariana:
Mito 1: Te deja con mucha hambre.
Realidad: Produce saciedad si la planeas correcta y equilibradamente.
Mito 2: Le falta sabor porque consiste en sólo verduras al vapor.
Realidad: También puede ser deliciosa, no tiene ni una pizca de sabor, ni de originalidad que envidiarle a una alimentación carnívora.
Tipos
Veganos: Sólo consumen vegetales.
Lactovegetarianos: No consumen carnes rojas, pescados, ni aves, pero sí lácteos y miel.
Ovolactovegetarianos: No consumen carnes rojas, pescados, ni aves, pero sí huevos, lácteos y miel.
Semivegetarianos: No consumen carnes rojas, pero sí pescados, aves, huevos, lácteos y miel.
El más recomendable para iniciarte en el vegetarianismo es el régimen ovolactovegetariano, aporta fibra, reduce el consumo de grasas saturadas, hace que los riñones se esfuercen menos, y te aporta los mismos nutrientes que las carnes y lácteos, siempre y cuando sea variado y haya una correcta selección de los alimentos.
Antes de volverse vegetariano, es necesario consultar a tu médico o nutriólogo; es indispensable que él supervise porque este régimen conlleva cierto riesgo, para mujeres embarazadas, en período de lactancia, si eres deportista, si gastas mucha energía o estás todavía en crecimiento o desarrollo, porque en estos períodos necesitas aumentar tu consumo de nutrimentos.
Está comprobado que si es variada, completa y equilibrada, la alimentación basada en frutas, verduras y cereales no sólo es deliciosa, sino que además aporta todas las vitaminas, minerales y nutrientes que necesitas, aumenta tu bienestar y vitalidad, y te protege de enfermedades.
La dieta vegetariana tiene muchos beneficios:
Provee más alimentos naturales, frescos y crudos, ricos en nutrientes y antioxidantes, y menos productos nocivos para la salud como las proteínas animales, grasas saturadas, ácido úrico, azúcar, sodio y harinas refinadas.
- Proporciona gran cantidad de antioxidantes, que previenen el deterioro de las células.
- Suministra gran cantidad de fibra, que beneficia el movimiento intestinal y previene el estreñimiento.
- Ocasiona menores índices de obesidad, diabetes, hipertensión arterial y cáncer.
Mitos y realidades
Muchos “carnívoros” tienen ideas erróneas sobre la dieta vegetariana:
Mito 1: Te deja con mucha hambre.
Realidad: Produce saciedad si la planeas correcta y equilibradamente.
Mito 2: Le falta sabor porque consiste en sólo verduras al vapor.
Realidad: También puede ser deliciosa, no tiene ni una pizca de sabor, ni de originalidad que envidiarle a una alimentación carnívora.
Tipos
Veganos: Sólo consumen vegetales.
Lactovegetarianos: No consumen carnes rojas, pescados, ni aves, pero sí lácteos y miel.
Ovolactovegetarianos: No consumen carnes rojas, pescados, ni aves, pero sí huevos, lácteos y miel.
Semivegetarianos: No consumen carnes rojas, pero sí pescados, aves, huevos, lácteos y miel.
El más recomendable para iniciarte en el vegetarianismo es el régimen ovolactovegetariano, aporta fibra, reduce el consumo de grasas saturadas, hace que los riñones se esfuercen menos, y te aporta los mismos nutrientes que las carnes y lácteos, siempre y cuando sea variado y haya una correcta selección de los alimentos.
Antes de volverse vegetariano, es necesario consultar a tu médico o nutriólogo; es indispensable que él supervise porque este régimen conlleva cierto riesgo, para mujeres embarazadas, en período de lactancia, si eres deportista, si gastas mucha energía o estás todavía en crecimiento o desarrollo, porque en estos períodos necesitas aumentar tu consumo de nutrimentos.
Si vas a empezar un régimen vegetariano, sigue estas recomendaciones:
- No cambies tu alimentación de un día para otro, porque tu cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a los cambios gradualmente.
- Empieza reemplazando dos o tres veces por semana la carne por cereales o granos.
- Ve reduciendo poco a poco las cantidades de carne o pescado.
- Prepárate comidas donde la carne y el pescado se usen como condimento y no como ingrediente principal, por ejemplo paellas o ensaladas.
- Incluye con mayor frecuencia frutas, frutas secas, verduras, cereales, leguminosas, huevos, lácteos, algas, levadura de cerveza y derivados de soya.
Fuentes: Wikipedia.org/ esmas.com
- No cambies tu alimentación de un día para otro, porque tu cuerpo necesita un tiempo para adaptarse a los cambios gradualmente.
- Empieza reemplazando dos o tres veces por semana la carne por cereales o granos.
- Ve reduciendo poco a poco las cantidades de carne o pescado.
- Prepárate comidas donde la carne y el pescado se usen como condimento y no como ingrediente principal, por ejemplo paellas o ensaladas.
- Incluye con mayor frecuencia frutas, frutas secas, verduras, cereales, leguminosas, huevos, lácteos, algas, levadura de cerveza y derivados de soya.
Fuentes: Wikipedia.org/ esmas.com
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